Nota sobre Romina Ressia para la revista Maserati
Romina Ressia
DE JUEGOS Y TIEMPOS
Painted flowers, Retrato de familia, Posters, Ladies, 0 a 100, How would have been, Uniformes, Not about death, son algunas de las series que edifican la obra con una estética muy cuidada y lineal, femenina y descreída de los superhéroes masculinos a los que envejece, mata y celebra.
Romina Ressia nació en la Argentina en el mes de Marzo de 1981, en los mismos días en que Queen, con Freddie Mercury, llegaban a Buenos Aires y sacudían culturalmente a una sociedad censurada y tiesa. La banda tenía ya incorporado el hábito de usar cuellos de lechuguilla en sus composiciones estéticas (de los que usaba el Greco para separar las cabezas del torso o al Renacimiento del Barroco), de conjugar estéticas y estilos musicales antagónicos. Temprano indicio de su vínculo con los contrastes y su relación con el ejercicio anacrónico.
Entrar a su casa a conversar con ella, segundo indicio de su afición por la pulcritud y la proporción: la altura del techo de su casa es a Ressia lo que Ressia es a Hector, su omnipresente mascota, del tamaño que se puede llevar a todas partes. La imagino incómoda fuera de esos cánones, sin su techo y su perro, como también me cuesta imaginarla sin sus personajes pulcros, de gestos económicos - y aquí siguen sus indicios de vidas pasadas: a su título en desuso de Lic. en Ciencias Económicas ella lo ha relegado a un modesto y cómodo subtítulo que define a sus personajes tal cual ellas los imagina, y no toman, salvo algún ceño fruncido o un atisbo de sonrisa, en ningún momento vida propia. La economía gestual impera.
Creo que eso es lo que logra conmover: lo que no se mueve. Sus imágenes están habitadas de elementos dinámicos que podrían echar todo a perder, pero no lo logran, a pesar de la tensión. Sus personajes no ceden ante la amenaza de los objetos.
Painted flowers, Retrato de familia, Posters, Ladies, 0 a 100, How would have been, Uniformes, Not about death, son algunas de las series que edifican la obra con una estética muy cuidada y lineal, femenina y descreída de los superhéroes masculinos a los que envejece, mata y celebra.
La fotografía de Romina se trata de acuerdos. Tiene un particular don para elegir a los modelos, profesionales o no, que habitarán de la escena. Los acuerdos establecen líneas de tiempo entre los objetos - generalmente lúdicos - y el personaje de turno. Los hay entre Ressia y el modelo, entre el modelo y el personaje, entre el personaje y el objeto. Ahí radica su ritmo compositivo, la dinámica de su arte.
Una particularidad en su fotografía es cierto aire de cinematográfica perpetuidad que transmite, las imágenes tienen pasado, tienen presente y futuro, y lo seguirán teniendo a lo largo de todos sus tiempos.
Todo el tiempo, e implacablemente se imponen los contrastes en su obra, viejos-jóvenes y jóvenes-viejos conviven en sus series y construyen, sosteniendo sus estrictos proyectos creativos.
En galerías de Londres, Edimburgo, Suiza, Bélgica, Los Ángeles, la Isla Griega de Mykonos es posible adquirir su obra, con tirajes que oscilan entre las 10 y 15 reproducciones bajo firma, sumados a las pruebas de artistas.
Texto: Ricardo Fainerman